Pintar seda tiene, igual que la cerámica, un punto de anarquía.
Aunque existen métodos en ambas disciplinas para controlarlo todo, a mi no me gusta usarlos habitualmente.
La seda es un tejido vivo, las pastas cerámicas también. Son materiales orgánicos y como tales tienen su propia naturaleza.
Y la naturaleza, a veces, no se deja controlar.
Ver como las tintas establecen sus límites entre ellas, es extraordinario
Y esta vez los límites son curvos
Seda natural pintada a mano
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