Hace poco más de cinco años, empezó para mi una época muy difícil.
Tras una vida laboral gratificante, reconocida y recompensada, comenzó algo corriente en este mundo de locos en que vivimos, mobbing a muerte.
Me trasladaron a trabajar a otra ciudad, en un entorno nuevo y hostil.
Tras unos meses allí, hubo una inundación en el edificio que mojó toda la moqueta.
Mientras la reparaban, mirando los trozos sueltos esparcidos por el pasillo,
vi el camino de vuelta.
Y no tardó mucho en llegar. Lamentablemente, tras esa vuelta,
me esperaba un acoso mucho peor.
Con la imagen y el color de los recortes de moqueta,mezclados con los colores corporativos de la empresa, realicé ésta pieza que significa mucho para mí.
Los cuadrados están rodeados de pequeñas muescas, marcas del sufrimiento de ese tiempo.
La he colocado hace poco en una de las paredes exteriores de mi casa.
Para recordar, para no olvidar y valorar cada día, en cada momento,
la paz que preside ahora mi vida.
Gres, esmaltes y cristal
Alta temperatura
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